Entradas

Mostrando entradas de julio, 2017

Sin TV

Hace un par de años dejé de ver televisión y mi vida ha cambiado bastante, ya no uso ese control remoto que se me perdía por todas partes en mi pieza y ya no me quedo dormido con la TV. Ya no peleo con los tipos que aparecen en la TV, no me enojan o entristecen las noticias, que antes me hacían tan mal para mi salud emocional. Se acabaron las ironías y molestias que me causaban los matinales y sus comentaristas que hablan demasiadas idioteces, incluso esas "noticias o sucesos en vivo" que tanto adoran los televidentes. O esos instantes, cuando invitan un profesional para hablar sobre algo interesante, pero terminan haciéndole las preguntas más estúpidas. Ya no veo realities, ni a las modelos hablando tonteras, tampoco a los que se creen estrellas y no brillan con luz propia. Se terminaron los programas de farándula que hablan de los "famosos", que de famosillos no tienen nada. Se acabaron las tragedias de otros, en largos y repetitivos reportajes bien llorad...

¿QUIEN QUIERE SER GAY?

Nadie respondió en la sala de clases. El profesor volvió a repetir la pregunta a los alumnos en un tono casi burlesco y nuevamente hubo silencio, todos se miraban y algunos reían burlonamente mirando al "raro" del curso. Yo me quedé también en silencio, pero me sentía avergonzado. Hasta que una fuerza interior me hizo levantar la mano. El profesor me miró asombrado, otros rieron con ganas y algunas amigas me decían que vuelva a mi asiento. Me sentí el bicho más feo del mundo, el idiota más grande del universo y la vergüenza de mi familia. Pero algo tenía que decir en ese instante. Tenía 15 años y estaba en segundo año medio. Ya sabía que yo era gay, siempre lo supe y en mi ignorancia pensaba que algún día se me iba a pasar. Al menos tenía esa esperanza. Respondí la pregunta a mi profesor. Yo! Dije con fuerza. Yo no quiero ser gay! Todos volvieron a reír. - ¿por qué no?, preguntó mi profesor. Yo no quiero ser gay, porque ¿quién querría serlo? Ante un mundo tan crue...