Piñera y los hijos de los '80

Hubo hijos a los cuales los militares les cortaban el pelo y les sacaban los piojos en los operativos CívicoMilitares, que se realizaban en las poblaciones. Hubo mujeres a las cuales les enseñaron economía doméstica, a tejer, bordar, coser y cocinar para que pudieran iniciar un pequeño negocio en sus casas. A muchísimas mujeres se les enseñó puericultura, para que supieran cómo criar y proteger a sus hijos. Eso se hizo en Cema Chile, donde las esposas de los soldados trabajaron en forma voluntaria.
Hubo miles de hijos a los cuales se les rescató de la muerte, por el flagelo de la desnutrición. Hubo miles de familias a las cuales el Gobierno Militar les entregó una casita pequeña. Los que podían pagarla, lo hacían a un costo muy bajo, otros pagaban menos que eso y algunos, nada. (Recuerdo haber visto cuotas de 300 pesos a fines de los 80, USD 0,37 por mes). A otras familias se les hizo una "caseta sanitaria" (baño y cocina), en un sitio urbanizado donde pudieron construir su anhelada casa. ¡Ahí se criaron millones de hijos! Esos hijos que hoy son adultos y han olvidado que sus padres postularon en el municipio para obtener un lugar donde vivir, porque no tenían nada. Olvidaron que el Gobierno Militar les sacó los piojos, los obligaba a comer en el colegio, les cortaban el pelo, los mantuvo al abrigo y cuidado en los jardines de la Junji o Integra y, principalmente, les dio un lugar decente para vivir.
Esas casitas o casetas sanitarias, hoy son el hogar familiar, acogedor, amplio con el esfuerzo de la familia y donde incluso se han criado nietos.Todo se olvida.
Así como se han olvidado de los Soldados, viejos y cansados de antiguas batallas. Así mismo ha olvidado el señor Presidente a nuestros Soldados.
En los años 80, el señor Presidente fue sometido a proceso por la causa del Banco de Talca. Fue declarado en rebeldía y tenía orden de aprehensión por la gran estafa que había cometido. Su familia y el mismo Sebastián Piñera acudieron a golpear las puertas de los cuarteles para no ser encarcelado. Hablaron con la ministra de Justicia Sra Mónica Madariaga Gutiérrez (1942-2009, prima del General Augusto Pinochet), para que la causa no prosperase y tampoco tuviera como condenado a Sebastián. Ella habló con el juez que llevaba el caso y de pronto se borró todo. Sebastián Piñera quedó libre del delito y de ir a la cárcel.
Los soldados, el Gobierno Militar, lo liberaron de todo el largo sufrimiento que debió padecer él y su familia, por el delito cometido.
Pasaron los años y el Gobierno Militar tenía el compromiso de consultar a la ciudadanía, para seguir en el poder. Los soldados necesitaban el apoyo de los hijos de Chile para continuar la obra a la cual se habían comprometido. Se esperaba un gran apoyo, pero los hijos de Chile habían olvidado toda la ayuda recibida de sus Soldados.
Así fue como Sebastián Piñera también se olvidó, así fue como Sebastián Piñera sirvió a la postura política que hizo la campaña del NO. Así fue como Sebastián Piñera le dijo NO al Gobierno Militar y finalmente les dijo NO a los Soldados, viejos y olvidados que hoy están presos, muertos y acabados en la oscuridad de la historia.
Por todo eso, hoy tengo desconfianza y tomo distancia de aquellos hijos de Chile que han mordido la mano de quien les ayudó en ese entonces.
Hoy nuevamente, ese hijo desleal y traidor ha vuelto a tocar las puertas de los cuarteles para pedir ayuda y para salvar su proyecto de gobierno. Me embarga la tristeza y me duele saber que la ley lo ampara en este instante y que nuestros soldados se ven obligados a acatar la orden de un civil mala clase.
Por lo mismo, en la derecha hay personas que tampoco quieren ni confían en el señor Presidente Piñera. Por todo eso, en la derecha hay miles de personas en silencio, que desprecian a esos hijos traidores de los '80 y que sienten desprecio por ellos.
Me preocupa especialmente, que el señor Presidente y todos los politiqueros puedan quedar libres de toda culpa, salvar su proyecto de gobierno y seguir su vida politiquera sin contratiempos y que ahora, por la pésima gestión de Sebastián Piñera, nuestros soldados sean nuevamente condenados a vidas de miseria, abandono y desprecio.
No les tengo confianza y tomo distancia de estos hijos desleales.
No quiero ver a Chile y su pueblo sufriendo con hijos traidores. Así como pasó antes con este hijo de los años 80.
MaLaGeNtE
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