Cuando muere un artista.

(Homenaje a Pedro Lemebel)

En el verano teñido de cielo rojo pude apreciar la muerte rondando cerca y sólo hoy pude dimensionar que voy a extrañar a ese marica escritor. Aunque me quieran matar mis amigos momios o los canutones de izquierda, yo lo admiro mierda y que!
Me gusta el arte en todas sus expresiones y cuando muere un artista siento que se me nublan los días y la nostalgia de su canto, de su palabra, de su pintura, de su música, de su arte se me hace necesaria... pero ya no está. De nada valen las palabras de buena crianza si ya no le dieron el premio que merecía, la pensión que jamás llegó, ni la compañía de los buenos amigos. De nada vale recordar en tanta revista o periódico con palabritas siúticas, lo bueno que era el artista.
Lo voy a extrañar aunque pensamos distinto, aunque yo viro a la derecha y el siempre a la izquierda. Aunque me odien todos, lo voy a extrañar. Pedro era un escritor de los que saben decir las cosas desde su vivencia personal, desde su verdad. Harta falta que nos hace otro Pedro en nuestro país. Ese Pedro que nos desnuda de una sola vez y nos grita que la estamos cagando, que a la mujer se le respeta, que los niños no pueden esperar, que se debe dar de comer al hambriento y beber al sediento, que las diferencias son legítimas en las personas y se les debe dar el lugar que todos merecemos.
Sólo hoy pude llorar. Cuando muere un artista se muere un amigo, porque el arte le pertenece a todos y brilla con luz propia tan intensa que ilumina el mundo.
"Cuando un amigo se va queda un tizón encendido, que no se puede apagar ni con las aguas de un río..." (8)


MaLaGeNtE

Comentarios

Entradas populares de este blog

Curiosidades de Paine 3: Un metro cuadrado de cerveza.

Historia del Grupo Guías y Scouts Santa María Virgen de Paine

Curiosidades de Paine 1: Las localidades