Qué diría hoy Jaime Guzman?
Muchos han hablado de Jaime Guzman Errazuriz y hay tantos que no saben quién es y tampoco lo recuerdan.
Él era un chileno, abogado, profesor de derecho constitucional en la UC y Senador. Pero yo lo recuerdo como alguien más importante en lo personal, porque tenía una visión crítica de las cosas, perfeccionista, silencioso observador, profesor de historia que no daba sueño porque sabía explicar las cosas con vehemencia e hilvanando ideas claras y objetivas de las cosas. Respondía todas las preguntas por muy cizañeras que ellas fuesen y lo hacía con paciencia, con cariño y muchas veces con un tono divertido.
Jaime era un Senador de derecha que le ganó en 1989, en sectores populares a Ricardo Lagos Escobar (Socialista), algo nunca visto en Chile y menos en Santiago poniente. Jaime era visionario, porque sabía con certeza lo que podía ocurrir en el futuro político, económico y social, dando para ello claras apreciaciones y argumentos sólidos.
Era realmente admirable conversar con él porque llegabas a comprenderlo todo sin apasionamientos, tampoco te hacía sentir ignorante. Jaime no te robaba las ideas, sólo fomentaba tu deseo de aprender más. Jaime era respetuoso con niños, jóvenes y adultos y también respetuoso de las tendencias o ideas políticas de los demás; nunca lo escuché hablar con desprecio sobre las ideas contrarias a las de él. Por el contrario, Jaime fortalecía el espíritu de los que deseaban servir a su patria como lo hacía él.
Como todos, Jaime no era perfecto y también cometió errores.
Jaime fue el Senador más influyente en los primeros meses del retorno a la Democracia en 1990 y en ese tiempo él se opuso firmemente a que se promulgase una Ley para que el Presidente de la República tuviera la posibilidad de indultar a los terroristas que tanto costó eliminar y procesar en Chile. Fue el único Senador que habló al respecto para oponerse en el Congreso en un discurso memorable. Eso le costó la vida.
A los pocos días de su discurso fue acribillado en la calle por un grupo terrorista del FPMR.
Jaime fue el creador del partido UDI, fue quien le dio vida a ese partido político y la inspiración de todos los que llegamos a trabajar por Chile y su pueblo. Fue el que nos reunió tantas veces para explicarnos que debíamos ser austeros, sinceros y honestos en nuestra labor. Fue el cristiano que nos mostró que las obras de Dios se podían hacer realidad en las poblaciones, en los hogares de las familias chilenas, en el trabajo, en las empresas y en todo lugar donde hubiese un dirigente de la UDI.
Jaime entregó la vida por una obra concreta y no solo por las ideas, sino que por amor a Chile y su gente.
Hoy veo a la UDI como un partido lejano a lo que yo aprendí siendo aun niño. Ya no soy militante y tampoco consejero del partido, ya no me llegan las invitaciones para participar de una organización que vela por los intereses superiores de Chile.
Hoy veo a la UDI tratando de lavarse las manos y alejarse lo más posible del Gobierno Militar donde ellos sí formaron parte. Como maricones sonrientes, como ratas que se escabullen. Ya no visitan a los miltares presos por habernos liberado del cáncer marxista y no levantan la voz para defender a nuestros Soldados que hoy ya viejos reciben improperios y malos tratos. Aun recuerdo cuando estos politiqueros, maricones sonrientes, le hacían reverencias a mi General Pinochet y salían retrocediendo de su oficina con una sonrisa de oreja a oreja.
Hoy veo a la UDI como un lejano recuerdo de lo que fue. Veo a la UDI sin departamento poblacional, sin dirigentes de bases y ocupados de cosas lejanas a las personas. Veo a la UDI sin presencia en colegios y universidades, sin trabajo social, sin trabajo entre los jóvenes de las poblaciones. Veo a la UDI alejada de las reales necesidades de nuestro pueblo.
Hoy puedo ver a los diputados de la UDI hablando de justicia, de leyes y peleas politiqueras mediocres en una nube demasiado lejana como para poder acercarnos.
Hoy veo a la UDI y sus miembros metidos en líos de dineros mal habidos, donde realizaron maniobras truculentas para engañar y evitar el pago de impuestos. Dineros que se botaron a la basura en campañas políticas desastrosas.
Veo a los señores politiqueros de la UDI sumidos en un lodazal de mediocridades y líos personales que dan repugnancia. Esas bajezas, esas mediocridades son las que Jaime odiaba con tanta vehemencia.
Por eso hoy me pongo a pensar: ¿qué diría Jaime si estuviera vivo?
MaLaGeNtE
Él era un chileno, abogado, profesor de derecho constitucional en la UC y Senador. Pero yo lo recuerdo como alguien más importante en lo personal, porque tenía una visión crítica de las cosas, perfeccionista, silencioso observador, profesor de historia que no daba sueño porque sabía explicar las cosas con vehemencia e hilvanando ideas claras y objetivas de las cosas. Respondía todas las preguntas por muy cizañeras que ellas fuesen y lo hacía con paciencia, con cariño y muchas veces con un tono divertido.
Jaime era un Senador de derecha que le ganó en 1989, en sectores populares a Ricardo Lagos Escobar (Socialista), algo nunca visto en Chile y menos en Santiago poniente. Jaime era visionario, porque sabía con certeza lo que podía ocurrir en el futuro político, económico y social, dando para ello claras apreciaciones y argumentos sólidos.
Era realmente admirable conversar con él porque llegabas a comprenderlo todo sin apasionamientos, tampoco te hacía sentir ignorante. Jaime no te robaba las ideas, sólo fomentaba tu deseo de aprender más. Jaime era respetuoso con niños, jóvenes y adultos y también respetuoso de las tendencias o ideas políticas de los demás; nunca lo escuché hablar con desprecio sobre las ideas contrarias a las de él. Por el contrario, Jaime fortalecía el espíritu de los que deseaban servir a su patria como lo hacía él.
Como todos, Jaime no era perfecto y también cometió errores.
Jaime fue el Senador más influyente en los primeros meses del retorno a la Democracia en 1990 y en ese tiempo él se opuso firmemente a que se promulgase una Ley para que el Presidente de la República tuviera la posibilidad de indultar a los terroristas que tanto costó eliminar y procesar en Chile. Fue el único Senador que habló al respecto para oponerse en el Congreso en un discurso memorable. Eso le costó la vida.
A los pocos días de su discurso fue acribillado en la calle por un grupo terrorista del FPMR.
Jaime fue el creador del partido UDI, fue quien le dio vida a ese partido político y la inspiración de todos los que llegamos a trabajar por Chile y su pueblo. Fue el que nos reunió tantas veces para explicarnos que debíamos ser austeros, sinceros y honestos en nuestra labor. Fue el cristiano que nos mostró que las obras de Dios se podían hacer realidad en las poblaciones, en los hogares de las familias chilenas, en el trabajo, en las empresas y en todo lugar donde hubiese un dirigente de la UDI.
Jaime entregó la vida por una obra concreta y no solo por las ideas, sino que por amor a Chile y su gente.
Hoy veo a la UDI como un partido lejano a lo que yo aprendí siendo aun niño. Ya no soy militante y tampoco consejero del partido, ya no me llegan las invitaciones para participar de una organización que vela por los intereses superiores de Chile.
Hoy veo a la UDI tratando de lavarse las manos y alejarse lo más posible del Gobierno Militar donde ellos sí formaron parte. Como maricones sonrientes, como ratas que se escabullen. Ya no visitan a los miltares presos por habernos liberado del cáncer marxista y no levantan la voz para defender a nuestros Soldados que hoy ya viejos reciben improperios y malos tratos. Aun recuerdo cuando estos politiqueros, maricones sonrientes, le hacían reverencias a mi General Pinochet y salían retrocediendo de su oficina con una sonrisa de oreja a oreja.
Hoy veo a la UDI como un lejano recuerdo de lo que fue. Veo a la UDI sin departamento poblacional, sin dirigentes de bases y ocupados de cosas lejanas a las personas. Veo a la UDI sin presencia en colegios y universidades, sin trabajo social, sin trabajo entre los jóvenes de las poblaciones. Veo a la UDI alejada de las reales necesidades de nuestro pueblo.
Hoy puedo ver a los diputados de la UDI hablando de justicia, de leyes y peleas politiqueras mediocres en una nube demasiado lejana como para poder acercarnos.
Hoy veo a la UDI y sus miembros metidos en líos de dineros mal habidos, donde realizaron maniobras truculentas para engañar y evitar el pago de impuestos. Dineros que se botaron a la basura en campañas políticas desastrosas.
Veo a los señores politiqueros de la UDI sumidos en un lodazal de mediocridades y líos personales que dan repugnancia. Esas bajezas, esas mediocridades son las que Jaime odiaba con tanta vehemencia.
Por eso hoy me pongo a pensar: ¿qué diría Jaime si estuviera vivo?
MaLaGeNtE
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