Votar, rechazo, apruebo, plebiscito, elecciones.
Me dan risa esos personajes que no fueron a votar durante 30 años de elecciones en Chile y ahora llaman a votar "apruebo" en un plebiscito, por una Constitución que aún no está hecha, por lo tanto, no la conocen y además muestran tanto interés por algo que jamás les va a solucionar la vida.
¡No movieron el culo de sus asientos durante treinta años para acudir a las votaciones y ahora se mueven por algo que no existe!. Es para la risa y al finalizar me dicen: por algo estamos empezando. Con mi visión de realidad y cable a tierra, puedo apreciar que esto será más de lo mismo, politiqueros mala clase y otra generación de sinvergüenzas llenos de promesas. Tal vez.
Para que la libertad, la democracia y los derechos funcionen, los ciudadanos deben cumplir obligaciones. Hay elecciones en los colegios, en los centros de padres, en las juntas de vecinos, en todas las organizaciones sociales, en las comunas, en las instancias de gobierno regional y nacional, pero cuesta muchísimo conseguir personas idóneas y con la capacidad de "dar para servir". El servicio público es un apostolado, es una vocación y eso no existe entre la gente... los pocos que existen en los partidos políticos, ya los conocemos y no tenemos buena opinión sobre ellos.
Eso se ha ocasionado por los millones de personas que durante treinta años no quisieron participar ni acudir a votar, ahora lamentamos esta realidad mediocre, de pobreza y abandono.
Lo que me preocupa es la pérdida de confianzas y amistades que se quiebran por estas cosas, que son tan sencillas y fáciles de solucionar. Pero todo lo hacen complicado y con ofendernos, con desorden, con desgobierno no se puede. Cada cual defenderá lo suyo y esa es la pobreza del ser humano.
MaLaGeNtE
¡No movieron el culo de sus asientos durante treinta años para acudir a las votaciones y ahora se mueven por algo que no existe!. Es para la risa y al finalizar me dicen: por algo estamos empezando. Con mi visión de realidad y cable a tierra, puedo apreciar que esto será más de lo mismo, politiqueros mala clase y otra generación de sinvergüenzas llenos de promesas. Tal vez.
Para que la libertad, la democracia y los derechos funcionen, los ciudadanos deben cumplir obligaciones. Hay elecciones en los colegios, en los centros de padres, en las juntas de vecinos, en todas las organizaciones sociales, en las comunas, en las instancias de gobierno regional y nacional, pero cuesta muchísimo conseguir personas idóneas y con la capacidad de "dar para servir". El servicio público es un apostolado, es una vocación y eso no existe entre la gente... los pocos que existen en los partidos políticos, ya los conocemos y no tenemos buena opinión sobre ellos.
Eso se ha ocasionado por los millones de personas que durante treinta años no quisieron participar ni acudir a votar, ahora lamentamos esta realidad mediocre, de pobreza y abandono.
Lo que me preocupa es la pérdida de confianzas y amistades que se quiebran por estas cosas, que son tan sencillas y fáciles de solucionar. Pero todo lo hacen complicado y con ofendernos, con desorden, con desgobierno no se puede. Cada cual defenderá lo suyo y esa es la pobreza del ser humano.
MaLaGeNtE
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