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Mostrando entradas de febrero, 2014

Asamblea y Constitucion: Circo para el pueblo

¿Ustedes creen que al reunir una Asamblea Constituyente y redactar una nueva Constitución para Chile resolveremos los problemas existentes? Mentira! Es una vil e ingeniosa mentira que nos han metido en la cabeza algunos dirigentes politicos y politiqueros de todas las tendencias. Cambiar el sistema "binominal", terminar con el negocio que se han hecho muchos empresarios y politiqueros en Educación y Salud, en transporte público, concesiones mineras y otras tantas áreas de nuestro país, no pasa solamente por cambiar la Constitucion. Estoy de acuerdo en que se puede mejorar, cambiar, modernizar y otras tantas cosas, pero no es LA solución a nuestros problemas nacionales. La solución siempre será que nos dejemos de huevadas y terminemos con la clase política que nos dirige porque viven en otro mundo lejano al nuestro y que de una vez por todas se tomen medidas serias para nuestro país. ¿Quién tiene los cojones para tomar decisiones? Por lo visto hasta hoy, nadie! MaLaGeNtE

UNA PIEDRECILLA EN EL ZAPATO (carta abierta para un amigo homofóbico)

Estimado amigo: Hace algunas semanas estuve en un Colegio de tu comuna y después de mirar tantas personas ahí, todos celebrando y muy alegres en sus bailes y presentaciones, me emocioné y recordé que allá tengo excelentes amigos, personas que me estiman a pesar del tiempo y la distancia. Se acercó una señora y me dio un gran abrazo, me impresionó y sentí su emoción por el hecho de volver a verme. Ella fue apoderada en mi Grupo Scout, la hija de ella estuvo en ese grupo y ahora su nieta está en ese colegio y también en el Grupo. Después un papá se acercó a saludarme y me presentó a su pequeña hija de 5 o 6 años, él también había sido scout en la Tropa de ese Grupo. Me siento muy orgulloso de esos detalles, del cariño y gratitud que manifiestan en sus palabras y más aun cuando yo fundé ese Grupo que ya lleva 12 años formando niños y jóvenes. Después de eso pensé harto en una piedrecilla que llevaba en mi zapato molestándome por años y decidí sacarla enviándote esta carta. He escri...

Carta ayuda para que la Gordi pida perdon

MICHELLE BACHELET DEBERIA PEDIR PERDON. "Me arrepiento y pido perdón por haber formado parte del PS que durante años propició la lucha armada entre chilenos, y que nunca ha pedido perdón por eso. Bueno, yo lo hago ahora y digo: 'Chilenos, perdónennos a todos los socialistas por favorecer la violencia armada, que ha costado muchas vidas y dio lugar a la intervención militar'. "Además, confieso que en los años '70 trabajé para el MIR, grupo terrorista que estaba en la lucha armada. Lo que dice al respecto la biografía mía de Andrea Insunza y Javier Ortega es verdad: en los '70 colaboré para solucionar los problemas financieros del MIR y ayudaba en traslados de personas y cosas, lo que me convirtió en "ayudista", y si alguien me ha calificado así, bueno, lo tengo merecido. En este tema no paso, sino que pido perdón por haber contribuido a la guerrilla armada que instaló bombas, agredió a hermanos chilenos, asaltó, secuestró y asesinó a víctimas ino...

Hay momentos en que todos piden

¿Por qué debemos ser amables cuando no tenemos deseos de serlo? Todos piden atención, cariño, amor, amabilidad, cortesía, honestidad y un sin fin de cosas que muchas veces no tenemos ganas de entregar. A veces no deseo estar con nadie cerca, no quiero ser prudente ni amable y eso me lo critican demasiado y me siento incómodo siendo cínico, atento y cordial con quienes no deseo ver ni hablar. ¿Para qué? Muchas veces solo deseo estar en silencio observando como crece un árbol, como cantan los pajaritos, ver las flores y sentir el ruido del viento entre las cosas que nos agobian y no falta el intruso que se acerca a interrumpir mis observaciones. Es difícil tener la oportunidad de observar y extraño esos años en que podía hacerlo, hoy todo es más complejo y no puedo hacer las cosas que hacía ayer. Y en mi casa cuando intento estar solo y relajado no falta el loco que se pone a conversar o viene a preguntar tonteras que en realidad no me interesan. Hay momentos en que las enfermedades...

Santidad del hombre, gestos de amor.

Todos estamos llamados a ser Santos… en nuestro diario vivir nos encontramos con una serie de factores y situaciones que afectan a las personas. Cosas que simplemente nos llaman a ejecutar nuestro actuar conforme a nuestro criterio, a nuestra forma de vida y modo de pensar. Incluso aquellos que no son cristianos, pueden ser Santos y vivir en y con Dios. Un día le preguntó un periodista a la Madre Teresa de Calcuta, si ella creía que aquellos pobres hombres y mujeres que mueren día a día en sus hospederías y hogares, llegan a los brazos de Dios después de la muerte. Esos seres que nadie quiere porque son parias de nuestras sociedades y que mueren blasfemando contra Dios, contra los hombres y sus familias, pero cuidados hasta el último minuto por las manos benditas de las Hermanas de la Caridad. La Madre Teresa, con la sencillez que la caracterizaba, respondió que sí, que “efectivamente esos seres que nadie quiere llegan a los brazos de Dios después de la muerte, por el sacrificio...

Rendir cuentas de nuestros actos.

Llegado el momento de la muerte, todos rendimos cuentas de la vida que nos fue entregada. Junto con la vida también nos entregaron variados “dones” que son nuestras fortalezas y nuestro tesoro. El mayor de los tesoros que nos dan es la capacidad de amar… ese es el trozo de Dios que todos tenemos y que sólo algunos son capaces de desarrollar. Ya al final de nuestros días o cuando de pronto nos encontramos con la muerte, es el momento en que revisamos lo que hicimos con la vida y los dones que nos dieron. ¿Somos todos capaces de decir que hemos actuado con amor, con bondad y no tenemos culpa pendiente? ¿Podemos afirmar con vehemencia que fuimos capaces de amar? Un hombre por razones de la vida fue hosco, poco atento, solitario. Jamás tuvo un acto bondadoso ni se relacionaba con los demás, por lo tanto no tuvo familia. Era mal genio y mezquino, jamás regaló una sonrisa. En su soledad y caminando hacia otro pueblo llegó a una parte casi desértica, el sol pegaba fuerte y muy sedient...

No soporto a Lemebel, pero lo amo

No sé escribir, porque no soy escritor y eso es lo que me puede enrostrar la persona sobre la cual escribo. Tan criticón este homosexual! A algunos nos cae mal su letra, su impulso, su resentimiento y toda esa mierda que es capaz de escupir en sus publicaciones, pero que igual compramos, leemos, comentamos y se transforma en un tema de conversación. Hasta unos cuantos retos y vergüenzas he tenido que pasar por culpa de esta yegua! Porque nuestros amigos o familiares que no son homosexuales, piensan que todos somos iguales de grotescos que los personajes de las historias que este autor nos narra. Lo he visto muchas veces paseando por Santiago, todo el mundo lo mira y hacen comentarios o se ríen a sus espaldas. Es una cola fea y mal vestida, además se pinta como payaso y todo en él nos da vergüenza ajena, tanto así que jamás lo miro, incluso paso a su lado sintiendo desprecio por su desfachatez. Pero leemos sus columnas, sus historias, sus libros. No tengo idea de dónde salió, p...

Carta para los padres de un amor que ya se fue.

Tal vez nunca sus caminos se crucen con el mío, pero yo sí he caminado por las veredas de los suyos y les conozco muy bien ya que he tenido la oportunidad de saber lo que sucede al interior de sus corazones.  Muchas veces su hijo llegó llorando a mi casa porque ustedes no sólo dañaron su cuerpo con bofetadas, golpes de puños y castigos físicos… no sólo le quitaron las cosas que más quería porque las consideraban “de maricones” o les avergonzaba su forma de vestir… No, nada de eso! Ustedes hicieron algo más terrible que eso: violentaron su alma, ustedes violaron su mente y su corazón. En tantas ocasiones su hijo llegó con frío, sediento y con hambre a golpear la puerta de mi casa. Lo acogimos con nuestros amigos como uno más de quienes vivimos la desesperanza de ser excluidos de nuestras familias, de nuestras iglesias, del mundo que nos pertenece tanto como a los demás. Así llegó muchas veces su hijo a nuestro hogar, porque ahí se sintió querido, amado de verdad. Y tantas veces l...